La Ley 5/2011 de Economía Social define el ámbito jurídico que agrupa a las entidades que conforman esta forma de intervenir en la economía como actividades productivas. Las Cooperativas, las Sociedades Laborales, las Mutuas y Mutualidades, los Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social, las Empresas de Inserción, las Cofradías de Pescadores, las Sociedades Agrarias de Transformación y las Asociaciones y Fundaciones son parte de las alternativas a las empresas convencionales de corte puramente capitalista.
En un escenario de crecimiento de la economía española, la economía social tiene un importante papel que jugar en la generación de empleo de calidad, la distribución de la riqueza y la eficiencia empresarial. La Economía Social supone una apuesta decidida por un modelo de crecimiento sostenible que impulsa la circularidad de la economía, la transición energética, la recuperación de los territorios despoblados, la democracia en la toma de decisiones, el respeto a la igualdad de oportunidades y la atención a los más desfavorecidos.